EL IMPORTANTE PAPEL DE LAS ASOCIACIONES DE VECIN@S EN LA SOCIEDAD

Han pasado ya más de 30 años desde que surgieran las primeras Asociaciones de Vecinos. Un movimiento nacido de la falta de libertades y de la necesidad evidente de mejorar las ciudades y sus barrios durante la época de la dictadura. La actual situación socio-económica de España es muy diferente y por ello el papel de las Asociaciones de Vecinos se enmarca en un modelo de mejora de las condiciones de habitabilidad de nuestro entorno, favorecer el contacto entre sus habitantes y desarrollar un canal de comunicación y negociación eficaz con las autoridades político-administrativas pertinentes.

En la sociedad actual existe una creciente y preocupante separación entre ciudadanos e instituciones políticas. La desafección de los ciudadanos en todo lo que se refiere a la política es cada vez más evidente y acentuada, puesto que observan como el modelo actual es a menudo ineficiente y no es capaz de dar respuesta a sus demandas y necesidades.
El ciudadano de hoy en día es un ciudadano, que conoce la democracia, que en muchos casos a luchado por su consecución, que en otros casos ha nacido y crecido en ella, que ha aprendido a apreciarla y defenderla, pero que siente que esta es aún insuficiente y necesita ser ampliada para mejorar la gestión pública, la prestación de servicios públicos y lograr un mayor control y transparencia.

Los gobiernos democráticos tienen que darse cuenta de que la simple democracia representativa entendida como hasta ahora, en la que los ciudadanos votamos cada cuatro años y delegamos nuestra representación y la toma de decisiones sobre nuestros políticos, es insuficiente, y necesitan de una mayor intervención de los ciudadanos en la vida pública y abrir el escenario político a los ciudadanos para recuperar una credibilidad casi perdida por completo por sus actuaciones.

Ahí es donde entra en juego el movimiento ciudadano, y una asociación de vecinos seria y de prestigio con una vocación de atender al pueblo con su vertiente reivindicativa, pero también participativa en la toma de decisiones, y no una asociación afín al poder y que busca subvenciones. Esta intervención de los ciudadanos debe de articularse con el apoyo incondicional del gobierno y de los partidos politicos, con una estrategia clara y bien definida en forma por un lado de movimiento asociativo de todo tipo y en todos los ambitos, puesto que ningún otro tipo de organización tiene tanta capacidad para acercarse a la población como las asociaciones vecinales (ahí donde fallan los partidos políticos y los sindicatos es donde debe de llegar una asociación), y por otro lado y para que ese trabajo y esa buena voluntad lleguen a buen puerto, en este modelo de democracia es necesario no solo la participación de los ciudadanos en forma de asociacionismo individual, en la que cada organización cumple su propia función social, sino con una participación ciudadana colectiva, unida, fuerte, amplia y que signifique una implicación real y una participación plural y directa en la toma de decisiones, haciendo coparticipes a los ciudadanos de la gestión de lo público.

Para que esta participación ciudadana sea posible una via práctica útil y productiva es desarollar por parte de los gobiernos y las instituciones unos presupuestos participativos que promuevan el protagonismo de los ciudadanos y sirvan como herramienta fundamental que apoye todo el proceso de “democratización de la democracia”.
De este modo bajo mi humilde punto de vista mejorariamos mucho en la mecanica de funcionamiento entre gobierno-politicos y ciudadania, nos entenderiamos mejor los unos a los otros, existiria una mayor transparencia y por tanto el pueblo recuperaria "la fe" en la democracia y en la utilidad de la politica en lo que afecta a su dia a dia.

Por eso el trabajo y el esfuerzo tan importantes desarollados por las asociaciones, sobre todo las de vecinos, humanitarias y reivindicativas, unido a una firme voluntad política por mejorar la sociedad (que a nadie le quepa la menor duda que si alguna vez existe siempre es en las filas de los partidos de izquierdas) seria algo invencible e imparable para el desarrollo del bienestar de nuestra sociedad. Por tanto se trata de colaborar entre asociaciones e instituciones, no de competir, se trata de servir al pueblo, y no de hacer clientelismo politico.
Pues esto que parece tan simple parece que a veces no lo es tanto y es como si estuviesemos todos tontos por no ponerlo en practica ya de inmediato y sin vicios ocultos ni intereses partidistas, simplemente buscando el bien comun y social de los ciudadanos. Hay que reflexionar y despues actuar con decisión, si no tenderemos a perder lo que tanto sufrimiento costó lograr en este país, y convertirnos en un rebaño dirigidos por el cacique de turno, desposeidos de voz, voto y opinión, por favor, que la desidia de unos pocos no consiga perder nuestras ganas de vivir en una sociedad progresista.