Madrid recupera la opción de Luna para liderar el PSPV

El proceso de elección de delegados para el congreso federal del PSOE está marcado en la Comunitat por la elección del líder de los socialistas valencianos, que se producirá sólo unas semanas después. Sin admitirlo formalmente, los tres aspirantes a candidatos a la secretaría general, Jorge Alarte, Ximo Puig y Francesc Romeu aspiran a que este proceso comience a reflejar los verdaderos apoyos con los que cuenta cada uno de ellos para la carrera de finales de septiembre.Sin embargo, ni lo que va de proceso -alguno de ellos lleva más de un año preparando el asalto a Blanquerías- ni la elección de delegados parece aclarar demasiado las cosas. Alarte, Puig y Romeu mantienen una pugna de la que ninguno puede atribuirse aún el papel de favorito. En palabras de un dirigente de la ejecutiva federal del PSOE, el entusiasmo que han generado los tres entre la militancia del partido es más bien escasa.Con un panorama tan poco alentador, la dirección federal del partido contempla opciones alternativas para tratar de revitalizar a los 23.000 militantes del socialismo valenciano, que no terminan de entender las razones por las que la Comunitat era un feudo socialista hasta 1995, y desde entonces ha pasado a ser un infierno para el PSOE.Una de las alternativas sobre las que se ha hablado es la de la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín. La dirigente socialista, una de las personas más valoradas por José Luis Rodríguez Zapatero, es persona disciplinada y asumiría la responsabilidad si el líder del PSOE o José Blanco se lo piden. Pero ya ha dejado entrever que su primera prioridad no pasa por tomar las riendas del PSPV en este momento.La alternativa que maneja Madrid, si Pajín mantiene su rechazo a esa posibilidad, es la del portavoz parlamentario en Les Corts, Ángel Luna. No es una opción nueva. El propio diputado ha llegado a reconocer ante los medios de comunicación que no descarta esa posibilidad. Sus compañeros en el Parlamento le reconocen brillantez en la oratoria y una más que destacable capacidad de trabajo, "como hacía tiempo que no se veía por estos despachos", admite uno.A su condición de diputado -que le garantiza la confrontación y el debate con Francisco Camps- se une su desvinculación de las principales familias del partido. Fue 'lermista', igual que todo el PSPV en su día, pero su desvinculación de la primera línea de la actividad política (entre 1995 y 2007) le sitúan ahora a una moderada distancia de las distintas sensibilidades del partido.En contra de Luna juegan precisamente esa desvinculación de la primera línea política en buena parte de los años más complicados para el socialismo valenciano, y su trayectoria en la empresa privada, junto al constructor Enrique Ortiz. Esa 'mochila' podría afectar a su credibilidad, a juicio de algunos dirigentes del PSPV, aunque en ningún caso cuestionaría ni su capacidad de trabajo ni sus cualidades como parlamentario. Con un discurso bien construido, se asegura en las filas socialistas, la militancia volvería a recuperar el entusiasmo con el partido.

Noticia publicada en www.lasprovincias.es