Muere el "maestro de la República" Gonzalo Anaya
Fallece el catedrático Gonzalo Anaya a los 94 años
Noticia publicada en Levante-EMV
Maestro desde los años de la Segunda República y catedrático emérito de la Universitat de València, ejerció una larga tarea profesional en la Escuela de Magisterio de Valencia.
El profesor, catedrático emérito, y medalla de la Universidad de Valencia Gonzalo Anaya falleció hoy a la edad de 94 años, informaron hoy fuentes de la institución académica.El cuerpo del erudito permanecerá en el tanatorio municipal de Valencia mañana jueves, 12 de junio, de nueve de la mañana a nueve de la noche. La incineración tendrá lugar el viernes a las 09.30 horas en el crematorio municipal de Valencia, según precisaron fuentes familiares.Gonzalo Anaya Santos (Burgos, 1914), maestro desde los años de la Segunda República, doctor en Filosofía, catedrático de Filosofía en institutos y escuelas de Magisterio desde 1953, ejerció una larga tarea profesional, primero en Santiago de Compostela y desde 1973 a la Escuela de Magisterio de Valencia. Fue miembro del Departamento de Sociología de la Universitat de València y profesor emérito de 1985 a 2002, y perteneció al Consejo Escolar Valenciano (CEV) desde su creación. En el año 2000 recibió la Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo. Al propio Gonzalo Anaya siempre le gustó autodefinirse como "un maestro de la República", recordaron las mismas fuentes. Varias instituciones llevan su nombre y a lo largo de su trayectoria recibió numerosos reconocimientos y distinciones. En 2004 le fue otorgada la Medalla de la Universitat de València, con motivo de la cual se editó el año pasado el libro sobre --'Gonzalo Anaya: la passió educativa' publicado por Publicacions de la Universitat de València, con el que se celebró el 93 aniversario del "maestro de maestros". El rector de la Universitat de València, Francisco Tomás, calificó a Gonzalo Anaya como "un resistente contra los oscurantismos". Estas palabras del rector se escucharon el 13 de febrero de 2004 durante el acto de entrega de la Medalla de la Universidad al profesor Gonzalo Anaya, quien dedicó su vida a la dignificación de la enseñanza pública. El rector afirmó en aquella ocasión que "si algo destaca en la trayectoria de Gonzalo Anaya, a lo largo de su dilatada vida, es la voluntad de resistente. Voluntad de resistente contra los oscurantismos, contra el dominio, contra todas las fuerzas que malogran el carácter del ser humano, contra las estaciones fantasma y las salas de espera de la desesperanza". Francisco Tomás añadió que Anaya ha seguido las ideas de "saber, ciudadanía y emancipación" que guiaron el pensamiento de Lluís Vives, Emmanuel Kant o Michel Foucault. El catedrático de Sociología de la Universitat de València Ernest Garcia fue el encargado de explicar entonces la trayectoria y los méritos de Gonzalo Anaya. García señaló que "las ideas y propuestas de Anaya se inscriben en una larga tradición de educadores progresistas: la alcurnia de quienes se han afanado por poner en pie un escuela popular no subalterna. Una escuela al servicio del pueblo, no de la reproducción del capital, ni del estado, ni de los mandarines de la alta cultura. O, más en general, una escuela pública digna de su nombre, esto es, educativa, universal y básica". La presentación del libro 'Gonzalo Anaya: la pasión educativa' se convirtió en un entrañable homenaje a esta figura del mundo de la educación, que se mostró sorprendido de esta respuesta de sus alumnos. "Esto es un exceso, cinco personas en la mesa hablando de mí. Yo no soy tanto", fueron sus primeras palabras en una intervención dónde no dejó de dar llaves de sus planteamientos pedagógicos. "Lo que hace falta hacer es ayudar a crecer en libertad, ayudar a los pequeñajos a ser lo que quieran ser y, sobre todo, quererlos y ser feliz haciéndolo", dijo. Aun cuando Gonzalo Anaya siempre se definió como socrático, puesto que se decantó por la lección magistral o la conferencia y la conversación, a lo largo de su vida profesional desarrolló una importante y variada producción escrita, parte de la cual, sobre todo la más reciente, recoge este libro, apuntaron desde la universidad. Gonzalo Anaya participó en las actividades de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza (FETE) de la Unión General de Trabajadores (UGT). Por su vinculación sindical, tras la guerra civil recibió una sanción de la Comisión Depuradora franquista y fue confinado. Aprovechó el periodo de confinamiento para estudiar los dos cursos comunes de la licenciatura de Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza (1939-1940) y los dos de la especialidad de Filosofía en la de Madrid (1940-1942). En septiembre del 1942 obtuvo la licenciatura, que le permitió abandonar su confinamiento y trasladarse a Almadén (Ciudad Real). Entre 1948 y 1950 ejerció de profesor en Valencia --ciudad que había conocido en 1932--, y ejerció en el Instituto Lluís Vives como profesor interino de Griego. En 1953 ganó la cátedra de Filosofía de la Escuela de Magisterio de Santiago de Compostela y un año después fue nombrado catedrático de Filosofía del Instituto Femenino Rosalía de Castro de la capital gallega. En 1961 es diplomado en Psicología y Psicotecnia por la Universidad de Madrid y el 22 de mayo del 1967 es doctorado en Filosofía por la Universidad de Madrid, con una tesis sobre 'La esencia del cine. Teoría de las estructuras'. Durante la segunda estancia en Galicia publicó varias obras, como 'La depresión cultural gallega' (Vigo, 1970); 'El COU, análisis de una experiencia' (Santiago de Compostela, 1973); 'Luis Bello. Viaje miedo la escuela de Galicia' (La Coruña, 1973). En 1973 obtuvo la cátedra de Filosofía de la Escuela de Magisterio de Valencia y tras la reforma promulgada por la LRU se integró al Departamento de Sociología y Antropología Social. En 1985 fue nombrado catedrático emérito de la Universitat de València. Entre las obras publicadas en su etapa valenciana figuran 'Una ruptura en la enseñanza '(F. Torres ed., València, 1976) y 'Qué otra escuela' (Akal, Madrid, 1979). Representó al Ministerio de Educación y Ciencia en reuniones internacionales de la OCDE-CERI y colaboró en las investigaciones de la Incie. Desde su constitución formó parte del Consejo Escolar Valenciano, como miembro de reconocido prestigio representando a la Universitat de València. También recibió numerosas distinciones. Un centro de secundaria del pueblo de Xirivella lleva su nombre desde 1993, así como la Escuela de Verano del Movimiento de Renovación Pedagógica.
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