Coacciones a la dependencia
Noticia publicada en www.levante-emv.com
Carmen Sierra, una vecina de Alaquàs de 60 años, a la que un tumor medular que le extirparon le ha llevado a vivir la vida desde la perspectiva que da una silla de ruedas, ha denunciado a Levante-EMV que ella es una de las dependientes a quienes se ha intentado coaccionar, al ofrecerle una ayuda por un importe inferior al que le corresponde por su situación.
A ella la valoraron con el grado 3, nivel 1 y le asignaron 86 puntos.Carmen sabe que su estado de salud empeorará con el paso del tiempo porque, según explica, el líquido de la médula espinal «está enfermo» y eso la llevará a una paraplejia irremediable. «Empecé con muletas y cada vez voy a más», agregó.Ella sola realizó los trámites necesarios para solicitar la ayuda de la Ley de la Dependencia. Y con todos los documentos en la mano y con la ayuda de su marido, acudió a la sede de la propia Conselleria de Bienestar Social a presentarlos. Era el 31 de mayo de 2007. «Yo no pedía dinero, quería ayuda a domicilio porque mi marido se va haciendo mayor y yo voy a peor» agregó.La falta de respuesta la llevó a presentar un nuevo escrito en octubre del año pasado, en el que solicitaba información sobre su expediente. La callada por respuesta fue lo que obtuvo.Recurrió también a la Síndica de Greuges a exponerle su situación... Y el pasado mes de mayo recibió la carta con la valoración, «pero sin ponerme qué servicio me corresponderá o de cuanto será la ayuda, ni nada...».Por el grado de discapacidad que tiene le corresponderían 608 euros al mes, «¿pero sabes lo que me ofrecen? Unos trescientos».Carmen refiere que cuando, hace unas semanas, llamó a la conselleria le dijeron: «que si no firmaba no se sabía cuando me lo iban a poder dar porque no había nada en marcha». «¿Es una coacción o no es una coacción? A mi entender sí lo es», agregó, «porque me dijeron que cogiera el dinero y que contratara a quien quisiera pero, ¿crees que por 300 euros puedo contratar a alguien?».«Si yo pido un servicio que no me dan y me ofrecen un dinero que no me corresponde, ¿como se entiende eso? Pues como una coacción», añadió.Carmen indica que la pensión de 780 euros que recibe de gran invalidez no anula su derecho a percibir la ayuda que, para las personas como ella, establece la Ley de la Dependencia.En el CERMI le aconsejaron que aceptara la prestación y que al firmar dejara constancia de que estaba disconforme con la cuantía.«Reclamar lo que me corresponde» A Vicente Peiró Roca se le murió la madre hace tres semanas. La batalla que el hijo inició hace más de un año para que su madre recibiera una ayuda digna no ha llegado a tiempo.La mujer fue valorada con 88 puntos de discapacidad.Ahora Vicente está dispuesto a llegar hasta el final. «Voy a ir a los tribunales y voy a presentar una demanda por perjuicio patrimonial», declaró a Levante-EMV. «Ya no tengo prisa y lo que me propongo es sentar un precedente porque voy a exigir todos los retrasos desde el día siguiente al que mi madre presentó la solicitud y voy a exigir también todos los intereses que me corresponden».Vicente afirma que le ofrecieron 440 euros desde junio de este año. «Me parece que se están burlando y que nos están tratando de chantajear».El hijo de la dependiente asegura que cuando le comunicaron la cuantía de la ayuda le dijeron que debía aceptarlo porque de lo contrario no podrían revisar su caso para cobrar los atrasos, «y yo les dije que me dieran por escrito, que no quiero palabras sino documentos escritos».Con la madre ya en el cementerio, Vicente ha perdido la prisa y está dispuesto a iniciar todos los pleitos que hagan falta para sentar precedente y «sentar en el banquillo de los acusados a la Conselleria de Bienestar Social».
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