miércoles, 2 de mayo de 2012

La Juventud en precario

Me gustaría comentar varios aspectos sobre la Juventud, ese “divino tesoro”, expresión que hemos oído infinidad de veces y que me pregunto si al final el tesoro lo vamos a encontrar en el fondo del mar, en el olvido, encerrado con múltiples cadenas y candados. El otro día volvía a leer algunos de artículos que El País publicaba en el mes de marzo y que bajo el título de: “Quédate con mi paga, mamá”, “Nimileuristas” y “Frustración juvenil”, todo un reportaje interesantísimo y al mismo tiempo alarmante, proporcionaba una visión real y desgarradora del futuro de ese “divino tesoro”. Un futuro en precario y con escasas perspectivas de mejora es el futuro que le espera a nuestra juventud, que debería ser la locomotora de nuestro país. El País reproduce en varias fotografías de jóvenes los siguientes mensajes: Mis padres han invertido en mi formación 80.000€ y mi primer sueldo ha sido de 78€; Deberíamos tener derecho a elegir entre algo más que paro o precariedad; Soy afortunado, soy mileurista; Tengo dos carreras terminadas y me veo vendiendo seguros y con 25 años dependiendo de mis padres. Esto que estoy contando desgraciadamente no es ciencia ficción, no está ocurriendo a miles de kilómetros de donde nos encontramos ahora mismo, no me lo estoy inventando. Esto es el día a día y está ocurriendo en España en pleno siglo XXI. Los jóvenes, ese “divino tesoro”, la locomotora de un país, los que se supone que son el futuro…esos jóvenes que vemos día a día por las calles, en las discotecas, paseando, en el metro o en el autobús leyendo, escuchando música….esos jóvenes se encuentran ahora mismo en un pozo sin fondo lleno de incertidumbres y sin apenas futuro. Decir que España tiene un paro juvenil que supera la barrera del 50 % y que somos el país de la Unión Europea con la tasa de paro juvenil más alta, es grave; pero también es grave decir que tenemos el más alto porcentaje de fracaso escolar en comparación con el resto de los países de la Unión Europa; pero lo más grave todavía es que no s se vislumbra futuro alguno para nuestra juventud. El Gobierno no está haciendo absolutamente nada para aliviar la situación que, a mi juicio, es muy preocupante. El Gobierno se dedica a recortar a diestro y siniestro, sin tener en cuenta nada, salvo que los números le salgan bien para contentar a sus afines neoliberales y neoconservadores. Por ejemplo: ¿cómo pretende mejorar los índices de fracaso escolar incrementando el número de alumnos en las aulas, despidiendo a docentes, en suma, recortando en Educación?... ¿Acaso piensa el Gobierno que bajará el Altísimo o el Ángel de la Guarda para poner remedio? Otro ejemplo: En materia de empleo, el Gobierno del partido popular apuesta por los empresarios como la salvación del elevado paro juvenil. El Gobierno proporciona ventajosos y sustanciosos beneficios económicos y fiscales a los empresarios para que contraten a miles y miles de jóvenes; de esa manera en vez de ser mileuristas serán cienuristas porque eso de llegar a los mil euros no lo van a ver muchos de ellos. Otro ejemplo más: También quiere el Gobierno encargarles a los empresarios la formación. A partir de ahora, los empresarios van a ser los “todopoderosos” porque van a velar y a salvar a España. Como tenemos un tejido productivo y empresarial tan rico y variado, por no decir variopinto, van a crear el “super empleazo”: del ladrillazo vamos a pasar al tortazo. Lamentable y patética situación. Así como la respuesta de los gobernantes en este país de pandereta retorcida y recortada. Se me ponen los pelos de punta solo de pensar, a la marcha que vamos, en el futuro que les espera a esta juventud, a este “divino tesoro”. Una juventud en el olvido En resumidas cuentas, no me cabe en la sesera cómo se ha podido dejar a nuestros jóvenes en el olvido absoluto, cómo se ha descuidado tanto a nuestra Juventud. Pero lo que no entiendo tampoco es cómo nuestros jóvenes no están en ya “pie de guerra” ante lo que se les avecina. Si hoy en día, encontrar trabajo con una carrera, con buena formación, tiene grandes dificultades. ¿Se imaginan las dificultades que tienen los jóvenes sin estudios, sin formación; jóvenes que no tienen prestaciones de ningún tipo, que no tienen nada de nada? A estos jóvenes, la excomisaria de Empleo en la Unión Europea, Anna Diamantopoulou, los llama “cota cero”; es decir, los que están al límite de la delincuencia. Estamos condenando a nuestros jóvenes a la más absoluta de las pobrezas en una sociedad bipolar: los que van a tener mucho y los que no van a tener nada. La juventud, toda la juventud, no se merece tal desprecio de los gobernantes. No se merece ese olvido intencionado de políticos neoliberales y neoconservadores que, sin escrúpulos, no piensan más que de una forma mercantilista, que no piensan nada más que en el déficit financiero…. Cuando el mayor déficit en recursos humanos está haciendo agua por todas partes. Sin embargo, hay alternativas a esta situación. Los profesores Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón, en su libro Hay alternativas, enumeran 115 propuestas concretas para crear empleo y bienestar social en España. Sólo hay que aplicarlas. Pero, ¿por qué no se aplican? La locomotora tiene que ponerse en marcha ya. Hay que abrir la caldera, echarle leña a tope, vigilar la presión y salir a toda prisa de esta encrucijada. Me gustaría terminar estas reflexiones recordando lo que decía Platón sabiamente sobre la juventud y su educación: Si a nuestros jóvenes se les da la correcta educación, todos nuestros asuntos irán bien; si ocurre todo lo contrario, si descuidamos su educación… mejor no hablar de ello.

 Fuente: www.antoniomoriel.blogspot.com

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