lunes, 14 de mayo de 2012

Después de la caída de Sarkozy, batacazo de Merkel

Otra derrota para la dama que “vino del frío” y brillante victoria para el partido socialdemócrata en la elección legislativa del más importante de los estados alemanes, Renania del Norte-Westfalia . Este nuevo éxito confirma el auge de la izquierda a nivel de los länder y parece prefigurar una posible victoria en la elección federal del año próximo.
El SPD logra el 39 por ciento del total de votos, 5,5 puntos más que en 2010, la CDU (cristiano-demócratas) llega al 26 por ciento y pierde más de ocho puntos. Su socio tradicional, los liberales del FDP han recogido un 8 por ciento ( una ligera subida de 1,2 puntos). Los Verdes, socios seguros de los socialistas en un futuro gobierno, se mantuvieron, con su 12 por ciento.
El “Partido Pirata”, último invento alemán que ya ha irrumpido en tres estados, alcanza el 7,5 por ciento. En cambio “Die Linke” (La Izquierda) no pasó esta vez la barrera del cinco por ciento y se quedó fuera del parlamento.
Un cambio cualitativoAunque el elector medio alemán distingue entre elección federal (el Bundestag) y los parlamentos de los 16 estados federados, la evolución sostenida y sin excepciones de reveses sucesivos para la coalición conservadora en el poder en Berlín se confirma y permite augurar un cambio completo en otoño del año próximo.
Las pocas encuestas al respecto ahora disponibles, aún no acreditan la derrota conservadora, pero sí un lento retroceso que el gobierno de Berlín achaca a la caída libre de su socio liberal, el FDP, que en 2010 obtuvo el mejor resultado de su historia, con un 14 por ciento de los votos y 93 diputados.
Pero hay otras razones que explican el giro en marcha: la reactivación de los sindicatos, tradicional bastión socialdemócrata, ha puesto sobre el tapete social algo que fuera de Alemania es mal conocido: los bajísimos sueldos de la clase trabajadora menos cualificada y la ausencia, todavía, de un salario mínimo generalizado.
Salud financiera, desigualdad social“Die Linke”, nacido de una escisión por la izquierda del SPD inspirada en su día por Oskar Lafontaine, un viejo pilar del ala más progresista, y que se ha consolidado (tiene 79 diputados en el parlamento federal) indicó la existencia de un hueco considerable en materia de política social y reconciliación con los sindicatos.
El SPD tomó nota de eso, y aunqueo recela de los “rojos” agradece ciertos gestos, como permitir el gobierno local en la capital-estado (Berlín) gracias a sus concejales o, en la propia Renania Westfalia, donde la presidenta del land, Hannelore Kraft, fue investida en su día en el parlamento de Düsseldorf… gracias a la abstención de “Die Linke”.
El mensaje de la elección, en este orden, es claro: la prosperidad está muy mal repartida, la estabilidad financiera se basa, en buena parte, en salarios tercermundistas y las desigualdades sociales crecen sin parar. La rica y acaudalada Alemania tiene una base empobrecida.
El mensaje a EuropaMás allá de su valoración como un hecho estrictamente alemán, incluido el “caso Pirata”, una amalgama viscosa e indescifrable, que obligará al gobierno a repensar su política social, hay en la victoria socialista una señal a la Europa en crisis.
Tras la victoria en Francia de su correligionario François Hollande el líder socialdemócrata alemán, Signar Gabriel, hizo notar el viento del cambio y enfatizó la necesidad de que Berlín reexamine a fondo su política en la UE. El mensaje de austeridad, sí, reactivación, ya y más plazo para el control del déficit, parece ser asumido por el SPD.
Todo el viento en las velasDe hecho, fue la llamada “Agenda dos mil” del ex – canciller socialdemócrata Schröder, la que permitió en su día sentar las bases del saneamiento financiero del que ha vivido la CDU tras el fin de su gobierno de coalición con los socialistas en 2009… Es hora de que algo cambie.
El programa del SPD para el gran asalto del año próximo está por redactar y un congreso decidirá al respecto. Pero el número de sus victorias en las elecciones regionales, culminada por ahora con esta en el decisivo estado renano, permiten suponer, oído lo dicho por Hannelore y sus socios los Verdes, que todo el viento está en las velas socialistas ahora.
Un eje socio-político-económico París-Berlín, las dos superpotencias del continente, es un cambio decisivo. Y eso es historia pura…
Elena Martí es periodista y analista político

Fuente: www.elplural.com

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