Indignación por las duras cargas policiales en Valencia

Las cargas se suceden por el centro de Valencia La policía golpea a ciudadanos y al fotógrafo de La Vanguardia

Partidos políticos de la oposición - PSPV-PSOE, Esquerra Unida y Compromís-, colectivos sociales, sindicatos y asociaciones cívicas han mostrado su indignación por las cargas policiales que el pasado viernes y este lunes se han registardo en Valencia contra estudiantes que se manifestaban contra los recortes en el sector de Educación.
Cerca de 300 estudiantes se han concentrado al mediodía frente al IES Lluís Vives para escenificar su malestar. Sin embargo, la policía ha desalojado por la fuerza la concentración y a partir de ahí ha comenzado una serie de duras cargas policiales, que han llegado incluso a golpear a ciudadanos de a pie que nada tenían que ver con estas manifestaciones.
El descontrol se ha concentrado en la plaza del Ayuntamiento y en las calles adyacentes. Los partidos de la oposición han vuelto a exigir la dimisión de la Delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León. Esquerra Unida ha presentado una denuncia ante la fiscalía de menores de la Comunidad Valenciana por las cargas del pasado viernes. Son ya 25 los detenidos, cinco de ellos menores de edad.
A través de las redes sociales, especialmente Tuenti, los jóvenes y adolescentes de varios institutos de la ciudad se habían convocado para realizar una sentada y corte de la calle Xàtiva de Valencia, en el corazón y frente a la estación de Renfe. Lo que debía ser un acto de protesta con un simple corte de una vía de la ciudad ha derivado en contínuas cargas que han provocado el pánico en la ciudad.
Partidos como el PSPV-PSOE, Esquerra Unida y Compromís han mandado a militantes de estas formaciones a vigilar de cerca la actuación policial. La policía va armada con escopetas para lanzar balas de gomas e incluso gases lacrimógenos. En una de las cargas ha sido golpeado el fotógrafo de La Vanguardia, J.M. Cencillo. El PSOE exigirá la comparecencia del Ministro de Interior.
400 estudiantes "refugiados" en la Facultad de HistoriaUnos 400 estudiantes se han "refugiado"en la facultad de Geografía e Historia de Valencia, con el permiso de la decana, Elena Grau, tras los incidentes que se han registrado en la protesta estudiantil llevada a cabo por el centro de la ciudad.
Los estudiantes se han reunido en la Facultad, en la avenida Blasco Ibáñez de Valencia, para analizar en asamblea los incidentes registrados en esta jornada, mientras que en los alrededores del edificio había una importante presencia policial, con tres furgones. La decana ha explicado que les ha dado permiso para estar en la Facultad e incluso pasar la noche ahí si es preciso.
Los estudiantes han comenzado a hacer una asamblea con el objetivo de suscribir un manifiesto en el que se diera a conocer lo sucedido en los últimos días. En la puerta de la Facultad se han colgado carteles con los lemas: 'La raó de la força contra la força de la raó' (La razón de la fuerza contra la fuerza de la razón) y 'Si la repressió no s'atura, nosaltres tampoc' (Si la represión no se frena, nosotros tampoco).
Una semana "dura"Los estudiantes auguran una semana "dura" de protestas contra los recortes en educación y la "brutalidad" policial, y pretenden extender su "revuelta" a todos los centros educativos. Es lo que se extrae del comunicado que preparan los congregados en la facultad, informa Efe.
La facultad sigue cerrada y en el exterior ya no quedan dotaciones policiales. Según debaten en la asamblea, los estudiantes quieren rechazar los actos vandálicos registrados hoy en Valencia, como la quema de contenedores, pues no representan, a su juicio, el "verdadero espíritu" de la protesta estudiantil.
También se pretende que el instituto Lluís Vives sea "un símbolo" de la "revuelta" estudiantil de estos últimos días y una vez fijados los objetivos concretos, extenderla a todos los centros educativos de Valencia. Entre los asistentes se debate asimismo si van a pasar la noche de hoy en esa facultad y si extenderán su ocupación a los próximos días.

Noticia publicada en La Vanguardia