Generalitat Valenciana. Promesas incumplidas
Las obras gestionadas por las conselleries (725 millones) incluso fueron inferiores a las de 2008 (791 millones) en el año de la crisis El Ejecutivo se endeudó en 1.995 millones, casi el doble de lo previsto, y dejó 2.133 millones pendientes de pago
Las dotes de predicción de que hace gala el PP sobre lo que se avecinaba en 2009 no llevaron al Consell a ponerse las pilas, al menos en ese ejercicio. El Ejecutivo autonómico no llegó ni a invertir la cantidad prevista inicialmente en los presupuestos para 2009 aprobados por las Corts pese a los fondos adicionales para hacer frente a la crisis económica que debían llegar con el Plan Confianza, el proyecto estrella de Camps para contrarrestar el Plan Zapatero, según revela el resumen de la Cuenta General del año pasado que ayer hizo público el Consell. El Gobierno valenciano previó en sus presupuestos una inversión directa a través de las conselleries y una transferencia para que otros entes (organismo, empresas públicas y administración local) realizaran obras que sumaba 1.667 millones. Esos fondos se incrementaron en 451 millones por el Plan Confianza; sin embargo, al finalizar el ejercicio, el dinero para inversión realmente ejecutado fue de 1.629 millones, menos de lo previsto inicialmente para el año de la crisis y a pesar de la supuesta inyección económica del plan anticrisis.
La inversión directa a gestionar por las conselleries era inicialmente de 835 millones, cantidad que ya suponía un recorte del 12% respecto a 2008. Esta suma se aumentó en 250 millones por el Plan Confianza. La ejecución fue de sólo 725 millones, por debajo de la previsión inicial y un 66,86% menos que el presupuesto incrementado. La cifra es incluso inferior a la inversión directa ejecutada en 2008, 791 millones. Paralelamente, las transferencias para inversión iniciales se situaron en 832 millones, elevados en la dotación definitiva en 201 millones por el plan anticrisis. La ejecución fue de 904 millones, superior a la previsión pero un 87,51% por debajo de los fondos definitivos. Los 451 millones extra de las medidas de impulso a la economía no sirvieron para mejorar la previsión inicial inversora para 2009. Otra cosa es que sus efectos se trasladaran a 2010, lo que se verá en las cuentas de este año.
Un 47% más en intereses
Curiosamente, estos recursos extra son muy similares al dinero que tuvo que dedicar el Consell a pagar los intereses de la deuda y por el retraso en el pago a los proveedores, 511 millones, nada menos que un 47% más que en 2008.
El Gobierno valenciano cerró 2009 con un déficit de 87,3 millones —frente a los 598 de 2008— pero sólo gracias a que aprobó deuda por 2.011 millones, aunque emitió al final 1.995 millones. Esta suma casi dobla el recurso al endeudamiento previsto por el Consell en sus cuentas (1.032 millones). En ese año, sólo amortizó créditos por 132 millones. Pese a la inyección económica de los bancos, el Ejecutivo dejó obligaciones pendientes de pago a 31 de diciembre por la friolera de 2.133 millones, el 14% de todo el presupuesto. En conjunto, el Consell reconoció gastos por 15.234 millones, 947 millones y un 6,6% más de lo presupuestado (14.286 millones), mientras los ingresos reconocidos netos fueron de 15.147 millones. El desfase de 87,3 millones lo justificó el conseller de Economía, Gerardo Camps, en la situación de crisis, que ha provocado la caída de los ingresos, especialmente los derivados de los impuestos indirectos (que gravan consumo y vivienda) en un 17,5%, y por la «infrafinanciación» de la Comunitat «por un modelo de financiación (que en 2009 todavía no había sido modificado) en el que no se reconocía el elevado aumento de la población desde 1999».
De los datos, destaca el hecho de que el Consell, con 5.345 millones, gastó en personal menos de lo que previó, pero se pasó en 110 millones en los fondos para funcionamiento (2.478 millones). Al margen de los costes financieros, donde se le fue la mano fue en las subvenciones corrientes: Previó 4.059 millones y gastó realmente 4.884.
Para la portavoz adjunta del PSPV Cristina Moreno los datos de la inversión «demuestran, una vez más, las mentiras de PP». «Dijimos que el Plan Confianza era publicidad sin euros y las cuentas de 2009 lo confirman». Moreno recordó que las medidas del Consell «pretendían ser como las del Plan Zapatero —obras de ejecución casi inmediata—; no se hizo el Plan Confianza para que los alcaldes inauguraran obras antes de las próximas elecciones sino para crear o mantener empleo en lo más duro de la crisis, que fue 2009».
Las transferencias del Estado son la fuente de ingresos que más aumentó
Salvo la deuda, las transferencias —fundamentalmente procedentes del Estado— fueron la fuente de ingresos que más aumentó en 2009, un dato que contrasta con el discurso victimista y que sería la consecuencia del nuevo sistema de financiación autonómico y de los fondos adicionales aprobados por el Gobierno. En concreto, el Consell gozó en 2008 de 3.654 millones en transferencias, suma que se elevó a 4.357 en 2009, un 19,3% más. Por contra, los impuestos que gravan consumo y vivienda cayeron. El IVA se hundió un 26%, al recaudarse 1.929 millones frente a los 2.619 del año anterior. También el de trasmisiones patrimoniales bajó un 14,5%, con una recaudación de 1.049 millones, 1.225 en 2008.
La Cuenta General da el dato global de ejecución del presupuesto por conselleries sin detallar la gestión inversora: Los «farolillos rojos» fueron Presidencia, que sólo realizó el 64% de su dotación definitiva; Medio Ambiente, el 73%; e Infraestructuras, el 77%. Los más cumplidores: Educación (99,2%), Sanidad (99,1%) y Justicia (98%).
Dejó por pagar a los municipios la mitad del dinero
Las dificultades del Consell para responder a los pagos tienen víctimas colaterales. Una de ellas son las corporaciones locales. Los populares sacaron pecho con el respaldo a los ayuntamientos tras la aprobación de la nueva ley de Régimen Local, que incluye el Fondo de Cooperación Municipal aunque sin cuantificar. La Cuenta General de 2009 revela que el Ejecutivo autonómico dejó a 31 de diciembre pendiente de pago casi la mitad (el 47%) de las transferencias aprobadas en favor de las corporaciones locales.
Concretamente, los presupuestos previeron subvenciones corrientes para los municipios por 141,6 millones; sin embargo, al finalizar el año mantenía pendiente de pago 60,6 millones. Igualmente, había presupuestados 106 millones en transferencias para realizar inversiones, de las que quedaron por abonar 57,2. En total, de los 248,5 millones comprometidos, no abonó en el año 117,9, el 47%. En 2008, la cifra pendiente de pago al término del ejercicio era de sólo el 30%, si bien cabe destacar que los fondos otorgados eran menos de la mitad: 115,8 millones comprometidos, de los que se reconocieron 94,1 y se dejaron pendientes 28,4.