domingo, 11 de enero de 2009

STOP A LA MASACRE EN GAZA

No podemos permanecer en silencio sin ser complices. No debemos tolerar que una vez más las cancillerías europeas entonen sus repetidos lamentos "por la crítica situación humanitaria". Sus gobiernos también son cómplices de estas muertes, al tolerar durante años la persistencia de la ocupación israelí de Palestina, los asesinatos, los derribos de viviendas, la destrucción de cultivos, el Muro, la práctica de la humillación y el terror como forma cotidiana de relación con el pueblo palestino, y por haber consentido de hecho el incumplimiento reiterado de las Resoluciones que exigían el cumplimiento del Derecho Internacional.

MANIFIESTO DE INTELECTUALES GAZA:CRIMEN Y VERGÚENZA

No es una guerra, no hay ejércitos enfrentados. Es una matanza . No es una represalia, no son los cohetes artesanales que han vuelto a caer sobre territorio israelí sino la proximidad de la campaña electoral lo que desencadena el ataque.No es la respuesta al fin de la guerra, porque durante el tiempo en el que la tregua estuvo vigente el ejército israelí ha endurecido aún más el bloqueo sobre Gaza y no ha cesado de llevar a cabo mortíferas operaciones, 256 muertos en los seis meses de supuesto alto el fuego, con la cínica justificación de que su objetivo eran miembros de Hamás. ¿ Acaso ser miembro de Hamas despoja de condición humana al cuerpo desmembrado por el impacto del misil y al supuesto asesinato selectivo de su condición de asesinato sin más ?No es un estallido de violencia. Es una ofensiva planificada y anunciada hace tiempo por la potencia ocupante. Un paso más en la estrategia de aniquilación de la voluntad de resistencia de la población palestina sometida al infierno cotidiano de la ocupación en Cisjordania y en Gaza a un asedio por hambre cuyo último episodio es la carnicería que en estos días asoma en las pantallas de nuestros televisores en medio de amables y festivos mensajes navideños.No es un fracaso de la diplomacia internacional . Es una prueba más de complicidad con el ocupante. Y no se trata sólo de Estados Unidos que no es referencia moral ni política sino parte , la parte israelí , en el conflicto; se trata de Europa, de la decepcionante debilidad, ambigüedad, hipocresía, de la diplomacia europea.Lo más escandaloso de lo que está pasando en Gaza es que puede pasar sin que pase nada. La impunidad de Israel no se cuestiona. La violación continuada de la legalidad internacional, los términos de la Convención de Ginebra y las mínimas normas de humanidad, no tiene consecuencias. Mas bien, al contrario , parece que se premia con acuerdos comerciales preferentes o propuestas para el ingreso de Israel en La OSCE.Y qué obscenas resultan las frases de algunos políticos repartiendo responsabilidades a partes iguales entre el ocupante y el ocupado, entre el que asedia y el asediado, entre el verdugo y la victima. Qué indecente la pretendida equidistancia que equipara al oprimido con su opresor. El lenguaje no es inocente. Las palabras no matan pero ayudan a justificar el crimen. Y a perpetuarlo.En Gaza se está perpetrando un crimen. Lleva tiempo perpetrándose ante los ojos del mundo. Y nadie podrá decir, como en otro tiempo se dijo en Europa, que no sabíamos.

(Teresa Aranguren, Pedro Martinez Montávez, Rosa Regás, José Saramago, Pilar del Rio, Carmen Ruiz Bravo, Belén Gopegui, Constantino Bértolo y Santiago Alba).



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los socialistas también habeis permitido eso, fu felipe Gonzalez quien reaunudó las relaciones con Israel. ¿Ahora con la crisis que toca la caza del Judío? ¿Donde estabais cuando Hamás bombardeaba Israel?. Y si Israel ocupa Palestina ¿entoces nos mintió Felipe González? Nada mejor que se siga la política franquista de no reconocimiento del Estado de Israel.

Frédéric Spie Ferrandis dijo...

¡Que verguenza de comentario anónimo! Ser amigo del estado de Israël no significa apoyar a su actual gobierno. Ser judío tampoco significa ser de nacionalidad israëli o apoyar la intervención militar desproporcionada a la que estamos asistiendo. Se trata desgraciadamente de un castigo a toda una población y no solo de una respuesta a los ataques del Hamas.
No sirve de nada importar el fanatismo.

Alberto Feijoó Arnau dijo...

Gracias Fred, yo no iba ni a contestar semejante disparate. Un saludo!