LAS PRIMARIAS, UN DERECHO DE LOS MILITANTES

Los estatutos federales del PSOE contemplan las primarias como un mecanismo accesorio y que ha sido utilizada en contadas ocasiones. Para muchos compañeros y compañeras el simple hecho de que exista esta posibilidad, es suficiente, sin embargo, como partido de gobierno en todos los territorios y a todos los niveles que es el Partido Socialista, nos corresponde a los militantes realizar una reflexión sobre el estado de nuestra democracia y nuestro sistema de partidos.
Distancia. Posiblemente esta sea la palabra que mejor resuma el sentimiento que existe entre los y las valencianas y el PSPV.
Un distanciamiento entre el partido y la sociedad, entre las propuestas y las demandas, entre las promesas y las realidades, y también, porqué no decirlo, distancia entre los liderazgos internos y el liderazgo progresista que tanto reclama la Comunidad Valenciana.
Liderazgo. No cabe duda de que constituye un elemento esencial de cara a una contienda electoral. Es muy complejo encontrar una definición concreta aplicada al campo político, pero coincidiremos en que liderazgo es visión de futuro, es proyecto para la sociedad, es capacidad de convicción, es sensibilidad para con los problemas de la gente y tenacidad para reclamarlos con fuerza, se esté donde se esté, bien desde el sillón del gobierno, o desde la bancada de la oposición.
El PSPV, ha sufrido durante varios años un evidente distanciamiento con la sociedad valenciana, pero sobretodo, el PSPV aqueja una grave crisis de liderazgo. El interno está claro, pues éste lo definen los Congresos tal y como marcan nuestros Estatutos y Reglamentos. Liderazgo externo es de lo que venimos escasos, y este tan sólo lo otorgan los ciudadanos y las urnas.
Ante ello, debemos replantearnos la manera en la que elegimos nuestros candidatos, y no únicamente por estrategia política, sino, y sobretodo, por apostar por la calidad democrática, algo que nunca ha hecho ni hará el Partido Popular, y menos, en la Comunidad Valenciana.
Primarias. No accesorias y coyunturales, sino permanentes y obligatorias. Un proceso participativo de debate, en el que cada militante o simpatizante pueda expresar su aportación al proyecto colectivo del PSPV, apostando por aquel candidato o candidata con el que mejor se identifique. Sino, corremos el peligro de que los partidos se conviertan en meros “buzones de sugerencias” y que la voz de la ciudadanía no encuentre respuesta en nuestros proyectos y liderazgos.

Recordando una frase de Pablo Iglesias: “Sois socialistas no para amar en silencio vuestras ideas, ni para recrearos con su grandeza y con el espíritu de justicia que las anima, sino para llevarlas a todas partes.”