ADIÓS AL ABISMO FISCAL Y BIENVENIDA LA REDISTRIBUCIÓN
EE.UU aprueba subir impuestos sólo a los ricos y dice ‘no’ al ajuste del déficit a cualquier precio
Obama gana de nuevo y consigue el apoyo del Congreso para evitar el 'abismo fiscal'
Con los matices que se quiera – y hay muchos disponibles – el presidente Obama ha prevalecido al conseguir la aprobación del Congreso (por 257 votos a favor y 167 en contra) para evitar lo que se ha llamado gráficamente “el despeñadero fiscal”: si no se adoptaban determinados recortes de gastos y subidas de ingresos, los Estados Unidos podrían estar en bancarrota técnica. Lo esencial del acuerdo, una negociación con los republicanos, mayoritarios en la cámara baja, es que la Casa Blanca mantiene, con algunas limitaciones de carácter temporal, su promesa de campaña: la ayuda a los desempleados y el aumento de impuestos a las familias o los individuos mejor retribuidos (las familias que ingresen más de 450.000 dólares al año).La herencia de Bush
Lo sucedido tiene gran relieve porque es el desenlace, tasado en el tiempo, del programa conocido por la derecha republicana como “menos gobierno” (un concepto formalmente técnico pero, de hecho, político e ideológico) empezado con la primera presidencia Bush en enero de 2001. Obama tuvo que gobernar su primer cuatrienio con lo que quedaba del plan impuesto entonces y remendado en junio del año pasado con un acuerdo que prorrogó la situación presupuestaria hasta el último día del año. En realidad el acuerdo se ha hecho fuera de tiempo… pero con solo un día de retraso y, además, festivo. Nada relevante.
Interpretaciones varias
Lo sucedido en el Senado ya dio la pista de donde irían las cosas y tradujo, además, la relativa debilidad del campo republicano. El acuerdo fue alcanzado allí por 89 a ocho, con solo tres demócratas votando en contra.
Entre los cinco republicanos que rechazaron sumarse al acuerdo alcanzado están dos de los que oiremos hablar: Charles Grassley, quien en 2001 fue el artesano parlamentario de la ley Bush y Marco Rubio, cubano-americano y senador por Florida cuyo nombre sonó mucho como candidato con Romney a la vicepresidencia y se perfila ahora como una esperanza conservadora para 2015.
La mayoría republicana se conformó con las concesiones del gobierno, algunas claramente interinas, obtuvo ciertas garantías aquí y allá sobre calendarios de aplicación y pensó que los más juicioso era votar el arreglo y acomodarse a la fórmula de que ‘ningún acuerdo es el peor acuerdo’… De hecho el partido Republicano ha bordeado el abismo. Responsabilizado por la opinión pública de la falta de consenso y desgarrado por los talibanes del Tea Party ha pospuesto para más adelante una grave crisis interna.
Obama, el táctico
Con la vigente distribución del poder legislativo (mayoría demócrata en el Senado y minoría en la cámara de representantes) lo sucedido es un éxito y en un contexto europeo parecería un milagro. Pero también acredita la solvencia táctica del gobierno, el equipo del Tesoro, el mensaje enviado por la Reserva Federal, lista para luchar contra la recesión inyectando todo el dinero preciso y, en fin, el salvamento de las políticas de protección social mezclado con recortes que empezarán por los gastos militares.
Un éxito a administrar
El equipo oficial ya sabe que le toca probar lo bien fundado de su paquete económico en los dos años escasos que quedan para las elecciones parciales de la cámara baja y confía en que la mejora lenta, pero sostenida, del empleo siga y se confirme mientras llega la consolidación fiscal que la victoria de hoy promete y se controla la deuda pública.
Los Estados Unidos soportan una deuda pública muy alta, el 105 por ciento de su PIB, y su deber es bajarla, algo que los demócratas no discuten, aunque argumentan brillantemente contra la utilización de esa labor o el equilibrio presupuestario a cualquier precio si estorban a la recuperación.
Dos años tiene Obama para comprobar el éxito de sus propuestas. Pero hoy por hoy lo sucedido es un nuevo triunfo para el presidente.
Publicado en www.elplural.com por Elena Martí (periodista y analista política)
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