miércoles, 18 de enero de 2012

Vergonzoso

Ni luz, ni calefacción, ni internet



Los casos de centros educativos con problemas para mantener su actividad docente se multiplican. Tras las primeras interrupciones de servicios como la conexión a internet han llegado los cortes de luz, como sucedió ayer en Alicante. También hay grandes dificultades para comprar material escolar o para mantener el servicio de comedor.
Ayer, la asociación de directores de Secundaria advertía de que los proveedores de materiales básicos «se muestran reticentes a servir los encargos por las deudas pendientes», una situación especialmente grave para los centros de FP o de enseñanzas especiales, teniendo en cuenta que requieren de más medios, como sucede con los talleres de prácticas. En este sentido, desde los sindicatos educativos alertaban de que hay clases que no se pueden impartir por estas carencias. Por desgracia, los casos concretos son más que numerosos.
IES Jorge Juan. El instituto, uno de los más antiguos de Alicante, se convirtió ayer en el primero de la Comunitat en sufrir el corte del suministro eléctrico por los impagos. Los estudiantes improvisaron sentadas y concentraciones, ya que la inmensa mayoría se negó a recibir clase a pesar de que desde la dirección señalaban que podía deberse a una avería por la lluvia. El corte llegó el lunes, media hora después de que terminara el turno de noche. Durante el día de ayer alumnos y profesores comprobaban que seguían sin luz. A las cuatro de la tarde se llegó a un acuerdo de pago con la empresa suministradora, lo que permitió restablecer el servicio.
Instituto Ausiàs March. Situado en Manises, el pasado lunes se quedó sin servicio de internet por el corte de una línea telefónica. Según responsables del centro, las deudas en diciembre ascendían a 6.000 euros, pues no habían recibido las transferencias de la Generalitat correspondientes a los gastos de funcionamiento desde el mes de junio. Además, adeudan dos recibos de luz, uno de agua, tres de la fotocopiadora, dos del gas natural y dos mensualidades del servicio de mantenimiento contra incendios y de la alarma. En la cuenta del centro hay 4,18 euros.
IES Navarro Santafé. Los alumnos del centro, ubicado en Villena, tienen que acudir a clase bien abrigados, pues la situación está tan al límite que el sistema de calefacción se enciende sólo durante los primeros 90 minutos de la mañana, lo mismo que sucede en el turno de tarde. Además, la dirección del centro espera que en cualquier momento la compañía eléctrica les corte la luz al haber devuelto el último recibo. La Generalitat les adeuda más de 100.000 euros.
Colegio Isla de Hierro-Cavite. Tras el consejo escolar celebrado la pasada semana la asociación de padres informó de que no se han abonado las becas de comedor ni la subvención al centro que permite abaratar el menú escolar. El escrito remitido a los padres dice textualmente: «Si esta situación se mantiene no se garantiza que se pueda mantener el servicio de comedor, dado que la empresa con la que se tiene contratado no sabe el tiempo que podrá aguantar esta situación». También se alerta de que los recortes de personal pueden obligar a suspender excursiones.
Colegio Profesor Tierno Galván. El profesorado, en un comunicado, ha denunciado que la deuda autonómica asciende a 3.000 euros, lo que hace que sea «muy difícil seguir asumiendo gastos corrientes como folios, tizas, toner o papel higiénico». También advierten del recorte de personal, como sucedió con el docente de compensatoria, y de los problemas para cubrir vacantes. Ayer organizaron una concentración de protesta en el centro, situado en Puerto de Sagunto.
Colegio Luis Braille. Desde Fapa Valencia denunciaron que le faltan por adjudicar dos plazas de tutores y otra de un profesor de educación física. Esto ha supuesto la supresión de las clases de apoyo. El Carles Salvador de Valencia también está a la espera de que se cubra una vacante por jubilación.
Colegio Graüll. Ante la deuda por los gastos de funcionamiento y de comedor, el centro ha tenido que pagar el servicio con sus propios recursos ordinarios. Eso sí, se advierte de que para este mes ya no tienen disponibilidad económica para seguir con los pagos.
Instituto Vall de la Safor. El centro, situado en Villalonga, afronta una situación límite, con riesgo de quedarse sin servicios básicos como la electricidad o la calefacción. Se les deben 7.000 euros. Según el Ampa, el mantenimiento del centro está mermado, hasta el punto de no reponer bombillas. Incluso se cobra por las fotocopias para comprar papel higiénico con este dinero. También hay problemas para acometer reparaciones, como sucede con las goteras del gimnasio. Además, recuerdan que no se han abonado las becas del bonolibro.


Noticia publicada en Las Provincias

1 comentario:

Alberto Feijoó Arnau dijo...

Ni construcción del nuevo Instituto Ramón Muntaner...